Los niños son sorprendentes

Disertación… texto instructivo… receta de cocina… con degustación… Angustia, llanto, impotencia, rabia, tristeza, todo eso en segundos.

Nunca supe que las presentaciones de textos instructivos habían comenzado, y menos que eran con degustación de la receta, así que pasó lo que pasa siempre: Gabi quedó excluída de participar en la parte de la actividad en que se come.

Ah, la receta era de waffles con nutella, leche condensada y mermelada.

¿Imaginan lo que pasó? Hagan una predicción y sigan leyendo.

Dos compañeras y amigas del de curso (9 años) decidieron no comer waffles si Gabi no podía comer, y así lo hicieron. “Fueron empáticas conmigo” me contaba mi minialérgica entre lágrimas. ¿Cuántas lágrimas más tendré que abrazar por culpa de la alergia alimentaria?

No tengo respuesta a esa pregunta, pero si se que Gabi cuenta con dos corazones generosos para apañarla en momentos difíciles.

Aquí están las 3 amigas en versión Toca Boca, la del medio es Gabi.