Archive | March 2018

Excipientes

Al no tomar leche de vaca u otra leche animal, Felipe debe suplementar su dieta con cápsulas de calcio. La gastro les da una específica: Elcal-D Forte, y siempre habían tomado de esa, sin cuestionarme yo el por qué era la única marca indicada.

Cuando Gabi comenzó a tomar leche de cabra (Pipe no la toleró), fui menos ordenada de  comprar siempre el remedio, y así fue como un día le di de uno que tenía en casa, equivalente en concentraciones, Darmas CaD.

Primero vino el “¡¿qué onda?! ya no está tomando leche de cabra y están reapareciendo las heridas en la nariz”. Luego, “¿Pipe, no estás tomando leche, manjar o yogurt de cabra por equivocación?”. Confío en lo que ellos me digan, así que comienzo a pensar en contaminación cruzada… les hago monos a los vasos en que toman leche para diferenciarlos… y nada.

Un día, como cualquier otro de “cabeceándose con la alergia alimentaria”, estaba en la cocina contemplando la muralla (literal) y mis pensamientos vagaban y divagaban libremente, hasta que se toparon con el Darmas. Me acerco a la caja, la tomo y ¡paf! ahí estaba la lactosa.

Recién entonces me cuestioné el por qué siempre me daban Elcal-D Forte y no otro, recién entonces recordé la aprensión con los excipientes y que no contuvieran lactosa.

Ya saben lo que pasó después: retiro Darmas, compro Elcal, le doy Elcal, se sana la nariz.

Hace un mes atrás, me tocó pelear con un químico farmaceútico, terminé diciéndole “sería fantástico lo que tú me dices, ojalá fuera así, pero Felipe también reacciona a la lactosa y yo no voy a darle ese remedio”. ¿Cómo llegamos a eso? Pipe tenía que tomar un preparado magistral, yo ni me fijé en los excipientes pues siempre me tocaba talco (mineral o vegetal) y no pensé en nada distinto. Le di la primera dosis y mis ojos pescaron al vuelo una palabra: lactosa. Se me fue la sangre a la panza y agarré el teléfono para llamar a la farmacia (quizás esa fue una mala idea, hablar sin sangre en la cabeza).

Resolución del conflicto

Primera parte: “que el dr le haga de nuevo la receta y diga sin lactosa porque o si no no la podemos preparar”.

Segunda parte: mail al dr, dr hace la receta y me la envía, veo la receta y la hizo igual a la anterior.

Tercera parte: espero dos semanas a que me vuelva la paciencia y la sangre a la cabeza.

Cuarta parte: me dirijo a la misma farmacia a contar mi triste historia y salgo con el preparado magistral ahora con celulosa, y con una sonrisa de oreja a oreja 😀

 

¡Mundo! Son 6 años 8 meses 21 días conviviendo con alergia alimentaria, escuchen a una madre con esa cantidad de años de vivencias, aprendizajes, fracasos y vueltas a ponerse de pie y avanzar.